jueves, 17 de marzo de 2016

PADRE...PAPÁ....PAPI....PA.......










Nadie se sentaba a la mesa antes que el padre, nadie hablaba sin permiso del padre, nadie se levantaba de la mesa si el padre no se había levantado antes; ¡por algo era el padre! La madre fue siempre el eje sentimental de la casa, el padre siempre la autoridad suprema. 

Todo empezó a cambiar hace unas siete décadas, cuando el padre dejó de ser el padre y se convirtió en papá. 

El mero sustantivo era ya una derrota. Padre es una palabra sólida, rocosa, imponente; papá es un apelativo para oso de felpa o para perro faldero; da demasiada confianza. Además, con el uso de papá el hijo se sintió autorizado para protestar, cosa que nunca había ocurrido cuando el papá era el padre. 

A diferencia del padre, el papá era tolerante. 

Permitía al hijo que fumara en su presencia en vez de tumbarle los dientes con una trompada, como hacía el padre en circunstancias parecidas.

 Los hijos empezaron a llevar amigos a la casa y a organizar bailes y reuniones para beber, mientras papá y mamá se desvelaban y comentaban en voz baja: “bueno, por lo menos tranquiliza saber que están tomándose unos tragos en casa y no en quién-sabe-dónde.”

 El papá marcó un acercamiento generacional muy importante, algo que el padre desaconsejaba por completo. 

Los hijos empezaron a comer en la sala mirando la tele, mientras papá y mamá lo hacían solos en la mesa. 

Papá seguía siendo la autoridad de la casa, pero una autoridad bastante maltrecha. Era, en fin, un tipo querido; lavaba, planchaba, cocinaba y, además, se le podía pedir un consejo o también dinero prestado.

 Y entonces… vino papi. Papi es un invento reciente de los últimos 20 ó 30 años. Descendiente menguado y raquítico de padre y de papá, al que ya ni siquiera se le consulta ni se le pregunta nada. Simplemente se le notifica. 

“¡Papi, me llevo el coche, dame para la gasolina!” Le ordenan que se vaya al cine con mami mientras los hijos están de fiesta. Lo tutean y hasta le indican cómo dirigirse a ellos: “¡Papi, no me vuelvas a llamar “chiquita” delante de Jonathan…!” No sé qué seguirá después de papi. 

Yo estoy aterrado, después de haber sido nieto de padre, hijo de papá y  papi de mis  hijos, mis nietas han empezado a llamarme ¡¡¡ «pa»...



Mis padres y mi hermosa hermana



JAJAJAJA ME MORÍ DE VERDAD, JAJAJA MUY BUENO Y

PÁ QUERRÁ DECIR ......PA'QUÉ SIRVES? JAJAJAAJA NOOOOO, NOOO, NO, NO ES CIERTO, XOXO, AMM PIENSO QUE TODOS SOMOS UN POCO CULPABLES DE ESTÁ SITUACIÓN, SOMOS UNA SOCIEDAD QUE NO CREE EN LA AUTORIDAD, PORQUE DURANTE GENERACIONES NO SE HA CONOCIDO UNA, EL QUE OSTENTA UN PUESTO DE AUTORIDAD VISIBLE ESTA ENFERMO DE PODER Y EL QUE TIENE EL PODER LO USA A BENEFICIO PERSONAL, PROBABLEMENTE EL CAMBIO SÓLO PROVENDRÁ DE FAMILIAS INFORMADAS Y EDUCADAS, LOS PADRES CUMPLEN UNA FUNCIÓN IMPORTANTE YA QUE SON LOS ENCARGADOS DE ENDEREZARNOS DESDE PEQUES, HE ESCUCHADO A MIS PAPÁS DECIR QUE NO HAY LIBROS NI ESCUELAS QUE ENSEÑEN A SER BUENOS PADRES, ES LA INTUICIÓN QUE TE HACE VER LO BUENO DENTRO DE LO MALO, EL PILAR FUNDAMENTAL ES LA CONFIANZA Y NO SER AUTORITARIOS NI PERMISIVOS SINO CONSCIENTES PARA FORMAR UN CARÁCTER Y MENTE SALUDABLE, PARA SER HOMBRES Y MUJERES CON PRINCIPIOS Y VALORES UNIVERSALES. 
























BUEN DÍA, GRACIAS POR SUS HERMOSAS VISITAS, LES DEJO MI SALUDO Y MI CARIÑO, SU AMIGA MEXICANA_________KIMERA

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