HOY ANIVERSARIO DE MIS ABUELITOS 55 AÑOS Y MIS PAPÁS 31 AÑOS DE CASADOS.
Dice mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello, de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas.
Que no se meta entre tus manos, porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa.
Y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste hija, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza.
Se dice que nuestro cabello es una red de atrapar todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y muy suave a la vez, que no nos agarre desprevenidos la melancolía, aun si tenemos el corazón roto o los huesos fríos por la ausencia, que no lo dejemos meter en nuestro cabello, que la trenza desde siempre se ha usado y es señal de tristeza en nuestro cuerpo y recuerdo que siempre me decía de peque mi abue, en las noches la entretejiera y que por las mañanas soltara mi pelo, que así mismo dejara que el viento juegue con mis cabellos y que así mismo como entraba el aire por medio de ellos y los hacía volar, así dejara mis problemas, que si tenían solución adelante y que si no, pues mejor empezar de nuevo, al igual cuando despertara mi trenza iba a estar deshecha pero que pasa, te peinas y la trenzas de nuevo...Así es la vida con los problemas. Que para todo hay solución se dice, pero no todo el tiempo es así.
Mi trenza.
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