Todos los días de mi vida.
Érase una vez un niño llamado Luis.
Él no quería celebrar la Navidad, sus ojos tan grandes y azules no brillaban desde dos meses atrás cuando su padre se fue al cielo.
No podía olvidar aquella tarde, cuando sonó el teléfono y vio llorar a su mamá.
Desde ese día todo el mndo le decía que su papá estaba en el cielo y desde allí lo cuidaba. En mi caso es mi hermosa hermana +Lluvia y lo mismo deseo siempre, que regrese y que todo haya sido un mal sueño.
Pero a él no le valía eso, quería que su papá volviese a casa y sobre todo en estos días de Navidad.
- Luis, hoy tenemos que montar el árbol y el belén - dijo su mamá.
- No quiero poner el árbol y mucho menos el belén. Quiero que papá venga y colocarle con él como años anteriores.
- Vale, le dijo su mamá, pero esta tarde tenemos que ir a comprar algunas figuras que nos faltan.
Así fue, por la tarde se fueron a una tienda enorme, toda ella estaba llena de adornos de Navidad: bolas de todos los tamaños, estrellas, lazos, belenes...
Luis al ver todas esas cosas se le iluminaron los ojos.
- Mamá ¿qué nos hace falta? ¿qué tenemos que comprar?
- Necesitamos bolas de colores - dijo su mamá.
- Vale mamá, yo voy a mirar por ese pasillo y a ver lo que encuentro.
Luis miraba y miraba, todo le gustaba.
De repente, sus ojos se fijaron en una figura que no era José, ni Jesús, con su pequeña mano cogió la figura, la miró y dijo:- Pero ¿papá qué haces aquí?.
De repente la figura comenzó a hablar.- Luis no quiero que estés triste, quiero que esos ojazos azules brillen, quiero que te rias tanto que se te vean los dientes que te faltan. Y sobre todo quiero que estas navidades seas tan feliz y tengas tanta ilusión como antes de que yo me fuera. Siente que siempre voy a estar a tu lado.
Luis empezó a correr por la tienda.
- ¡Mamá, mamá! ¿dónde estás?
- Estoy aquí ¿qué te pasa? ¡estás pálido!
- Estoy bien mamá, vamos a casa quiero poner el árbol y el belén.
- ¿Pero ya has elegido todo lo que querías?
- Sí mamá, solo quiero esta figura, nada más.
Su madre extrañada miró la mano de Luis, pero apenas podía ver lo que tenía.
Cuando volvieron a casa Luis sacó todos los adornos y detrás del Niño Jesús puso la figura de su papá y yo pondré la tuya, hermanita hermosa y bueno no estaré en noche buena pero la dejaré ahí debajo del árbol en el nacimiento, te hice una promesa, que todas las navidades de mi vida, las haré trabajando regalando mis manos para dar consuelo y sé que ahi te puedo ver....te amo hermanita hermosa, te extraño como a nada en el mundo y tan grande es mi fe que sé que sabes todo de mi, solo dame fuerzas y que nos bendigas...te amooo con todo mi ser y con todo lo que soy..
+mi sister
mi mamy
mi abuelita
Mi hermosa hermana
xoxo
Mi papy
Mi bello guardián
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