MES DE LA PATRIA EN MÉXICO
QUIERO, SÍ ESO QUIERO.
Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
No quiero soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no quiero lidiar con mediocridades.
Tampoco quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Sin muchas golosinas en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan…
Estoy segura que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecha y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás…Tan solo quiero llegar.
LEYENDA: LA MUJER HERRADA
Una noche muy de madrugada, entre los años 1670 y 1680 en la Nueva España (actual ciudad de México) en la casa marcada con el número 3 de la calle Puerta Falsa de Santo Domingo, un herrador se vio sorprendido por una extraña petición.
Dos negros exigían que herrase a una mula para que su fiel amigo el clérigo de ese asentamiento hiciera un viaje al santuario de la Virgen de Guadalupe; El clérigo vivía con una mujer.
Y como bien sabemos, los sacerdotes no pueden casarse ni vivir en unión marital con alguien; sin embargo, este hombre la tenía como su legítima esposa.
El herrero estaba al tanto de la mala vida de su compadre el clérigo y aunque esto no significaba que estuviera de acuerdo con ello, pues accedió a hacerle el favor y de mal talante por la incomodidad de la hora pues, clavó las herraduras correspondientes en las patas de la mula. Concluida la tarea, los negros se llevaron a la mula, pero dándole tan crueles y repetidos golpes, que el cristiano herrador les reprendió agriamente por su poco caritativo proceder.
Al día siguiente, muy de mañana, se presentó el herrador en casa de su compadre para informarse por qué iría tan temprano al santuario, como le habían informado los negros, y halló al clérigo aún recogido en la cama al lado de su manceba.
Vaya sorpresa compadre le dijo el herrero, mire que despertarme tan noche para herrar una mula y usted todavía se encuentra bajo las sábanas. ¿No hará el viaje? Ante eso, el clérigo lo miró con extrañeza y le contesto, yo no le he mandado herrar mi mula compadre. ¿Y de qué viaje habla? - replicó el aludido.
Las explicaciones llegaron y al fin de cuentas convinieron en que algún travieso había querido jugar aquella broma al buen herrador.
Para celebrar el clérigo quiso despertar a su mujer con quien vivía y comentarle de la broma, pero ella no respondió. Movió su cuerpo, el cual estaba rígido, no se notaba respiración en ella. Había muerto. Ante eso, los compadres descubrieron a la mujer, asombrándose cuando vieron en cada una de las manos y en cada uno de los pies de aquella desgraciada las herraduras con los clavos que el herrero le había puesto la noche anterior a la mula.
Repuestos de su asombro, se convencieron de que aquello era efecto de la justicia divina y que los negros eran demonios salidos del infierno.
Inmediatamente avisaron al cura de la parroquia de Santa Catarina en aquel entonces el doctor Francisco Antonio Ortiz y volvieron con él a la casa, hallando en ella a don José Vidal y aun religioso carmelita que también habían sido llamados. Todos miraron con atención a la difunta, quien tenía un freno en la boca y la señal de los golpes que le dieron los demonios cuando la llevaron a errar convertida en mula.
Ante caso tan aterrador y por acuerdo de los tres respetables testigos, se resolvió abrir una fosa en la misma casa para enterrar a la mujer, y una vez ejecutada la inhumación juraron guardar el más profundo secreto, pero, por como usted lo está leyendo, pues no fue así. Ese mismo día, temblando de miedo e intentando cambiar de vida, el clérigo salió de la casa número 3 de la calle de la puerta Falsa de Santo Domingo, sin que nadie volviera a tener noticias de él.
WOOOWWW se dice que como existe el bien existe el mal....creer o no creer, mmm de día no creo nada aaaaaaaaaaaah pero de noche, todo creo xoxo..DESEO HAYAN INICIADO MUY BIEN EL MES, QUE SEA MUY FRUCTÍFERO EN SUS VIDAS, Y LES AGRADEZCO MUCHO SUS VISITAS, CON MUCHO CARIÑO, SU AMIGA MEXICANA_________Kimera
Dicen que el orgullo es malo de la forma que fuere, será que lo correcto sea decir, me siento afortunada de ser mestiza de piel morena y muy feliz de ser mexicana...Viva México! por siempre.
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