miércoles, 26 de mayo de 2021

MISTERIO




El misterio de los vestidos diminutos








El misterio de los vestidos diminutos El taller de Doña Eldergarda era el taller de costura donde se cosían los vestidos más hermosos y originales de todo el mundo. Doña Eldelgarda solo cosía por encargo y, como sus trabajo era tan bueno, la gente recorría grandes distancias para ver a Doña Eldergarda. 


Incluso reinas y princesas hacían cola para que les tomara medidas y conseguir uno de sus vestidos.


Con el tiempo, Doña Eldergarda empezó a tener más y más clientas de todo el mundo, que incluso dormían en su puerta, a veces durante días, para hacer cola.


Doña Eldergarda entendió que su trabajo era valioso, así que subió los precios. Pero eso no hizo más que aumentar su fama, y las colas eran cada vez más grandes. 


-Si sigo así, en poco tiempo me haré rica y podré dejar de trabajar -pensó Doña Eldergarda-. Incluso podré comprar una gran mansión. Sí, cerca de la playa. Mejor aún, una mansión con puerto. Y en él atracaré un maravilloso yate.


Subir los precios no era suficiente. Tenía que trabajar más y más. Por eso Doña Eldergarda decidió que trabajaría día y noche para conseguir su sueño. 


Ya casi había conseguido reunir todo el dinero que necesitaba. En pocas semanas podría dejar de trabajar. Entonces, un día Doña Eldergarda empezó a oír gritos en la calle. 


-¿Qué pasa ahí? -pensó Doña Eldergarda. El bullicio era tal que se asomó a ver qué ocurría.


-Ahí está, la mayor estafadora del mundo -se oyó decir.


-¿Qué ocurre? -preguntó Doña Eldergarda.


-Se ha corrido la voz de que tus vestidos ya no son lo que eran, Doña Eldergarda -dijo alguien-. Todas las que estamos aquí tenemos el mismo problema. Nuestros vestidos son demasiado pequeños.


-Yo no tengo la culpa de que hayáis engordado desde que os los confeccioné -dijo Doña Eldergarda.


-Una cosa es que un vestido se quede pequeño y otra que le faltes tres tallas -dijo otra mujer.


-¿Qué estás diciendo? -dijo Doña Eldergarda-. Eso es imposible.


Todas las mujeres sacaron sus vestidos y se los mostraron colocándolos delante de ellas. Era evidente que los vestidos eran muy pequeños.


-Pero, ¿cómo ha ocurrido esto? -se preguntó Doña Eldergarda-. Yo he cosido esto como siempre. He trabajado más horas y más rápido, pero… ¡Esto es misterio! ¡Alguien está contra mí! ¡He sido víctima de alguna maldición o de algo parecido!


-No digas tonterías. Queremos ver cómo lo haces, Doña Eldergarda -dijo una mujer. Otras muchas dijeron lo mismo. 


Cinco mujeres entraron en el taller de Doña Eldergarda. Esta le tomó medidas de una de ellas y empezó a cortar las telas y a coser. Cuando acabó, Doña Eldergarda dijo:


-Pruébate el vestido. Verás como ha quedado perfecto. 


Pero el vestido era pequeño, tan pequeño como el otro que la misma mujer llevaba para reclamar.


-¿Cómo es posible? -gritó Doña Eldergarda.


-Creo que ya he resuelto el misterio -dijo una de ellas, con los metros que usaba Doña Eldergarda de la mano.


El misterio de los vestidos diminutos-Lo que ocurre es que has tomado las medidas en centímetros. Pero al cortar te has equivocado y has medido las telas en pulgadas. Una pulgada mide algo más de 2 centímetros y medio. Por eso los vestidos quedan tan pequeños.


Doña Eldergarda estaba tan obsesionada con coser mucho para ganar dinero y tomaba tantos estimulantes para permanecer despierta y activa que no se había dado cuenta de lo que estaba haciendo.


-No sé qué decir -dijo Doña Eldergarda-. Es un error imperdonable. Os devolveré vuestro dinero.


-Pero no queremos dinero, Doña Eldergarda -dijo una de las mujeres-. Queremos un vestido que nos quede bien. Yo estoy dispuesta a darte otra oportunidad. Seguro que las demás también.


Doña Eldergarda volvió a coser todos los vestidos que habían quedado pequeños, sin cobrar nada por ellos. Su sueño se vino abajo a causa de su codicia. Pero recobró su buena fama y su buen nombre, gracias a un trabajo bien hecho y a la voluntad de querer enmendar sus errores.

Autor: Eva María Rodríguez

WOW  QUE BONITO CUENTO DE DOÑA EVA MARÍA,  A VECES LA AMBICIÓN CIEGA, EL QUERER ABARCAR MÁS, TENER MÁS OFUSCA LA RAZÓN COMO EN ESTE CASO, AL MENOS TENÍA BUENA CLIENTELA QUE LE RECONOCIÓ QUE ERA UNA BUENA MODISTA Y SOLO PIDIERON QUE LES HICIERA DE NUEVO SUS VESTIDOS, POBRE ME LA IMAGINO COSE Y COSE, CANSADA, AL IGUAL DA UNA BUENA ENSEÑANZA, ELLA TUVO LA HUMILDAD DE RECONOCER SU ERROR Y LES HIZO DE NUEVO SUS VESTIDOS, QUE ME IMAGINO QUEDARON ENCANTADAS QUE OBTUVO DE NUEVO SU FAMA Y PRESTIGIO , LEER PARA APRENDER ERRORES DE OTROS Y QUE NO, NOS SUCEDA A NOSOTROS xoxo ASÍ QUE HAY QUE MANTENER LOS PIES BIEN PUESTOS EN LA TIERRA Y LA MENTE HASTA EL CIELO, MIL GRACIAS BELLOS AMIGOS POR SUS APRECIABLES VISITAS Y DESEO QUE DISFRUTEN DE ESTE MARAVILLOSO DÍA, QUE SEA MUY FRUCTÍFERO, CON MUCHO CARIÑO SU SIEMPRE AMIGA MEXICANA___________Kimera
















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