martes, 10 de abril de 2018

AMAZONAS






No hay más que decir. Concientizar a cuantas personas se pueda y ojalá aportarán su grano de arena para salvar el Amazonas, nuestro más precioso tesoro en el planeta Tierra. Buen martes que sea muy bendecido, con mucho cariño su amiga mexicana_____kimera


La selva amazónica es una de las siete maravillas naturales del mundo.
La selva amazónica es la selva tropical más grande del mundo y su extensión es verdaderamente inmensa. ¿Qué tanto? Bueno, la cuenca abarca 7.000.000 km2, de los cuales unos 5.500.000 km2 son selva tropical compartida por suelos de 8 países: Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Guyana, Venezuela y Surinam. De esta manera, su extensión equivale a más de la mitad de todos los bosques tropicales del mundo entero. Si la selva del Amazonas fuese un país por sí mismo, sería el noveno más grande del mundo.
 La Amazonia no necesita de mucha presentación. Se trata del bosque tropical más grande que existe, alberga innumerables formas de vida que aún desconocemos y quién sabe cuántos secretos más. Con sus fascinantes paisajes e inmensa biodiversidad, su territorio desborda interés para las ciencias.
Salto del Ángel, en el río Amazonas
 Río Amazonas, el más sorprendente del mundo, tiene una extensión de 6400 km y durante las épocas más húmedas, algunas secciones alcanzan los 190 km de ancho. Todo lo que existe en el Amazonas, existe gracias a este río.
La selva amazónica tiene unas 2500 especies de insectos conocidas... ¡millones! ¡Conocidas! Es verdaderamente imposible saber la cantidad de insectos que habitan el Amazonas, el paraíso de todo entomólogo, sin dudas.

Nuevamente, debido a la espesura de la vegetación y la altura de muchos árboles, hay ciertas regiones del Amazonas en las que la luz no llega al suelo. Es un círculo muy curioso, generación tras generación, la evolución trabaja la vegetación y esta cada vez se vuelve más fuerte y busca alcanzar mayor altura para así poder recibir la luz del Sol. Lo que queda abajo son húmedas tinieblas y grandes raíces en las que extravagantes formas de vida se retuercen.
 Un dato más que curioso es que en los 6400 km que hacen la totalidad del río Amazonas no existe ni un sólo puente conocido. Lo cierto es que no hay necesidad de ello, puesto que en muchísimos puntos, el río se puede cruzar sencillamente caminando. 
En la Amazonia llueve mucho, pero mucho. Más precisamente, la media de precipitación anual en toda la cuenca del Amazonas es de unos 2300 mm. En algunas zonas, como el noroeste, la cifra crece incluso hasta 6000 mm al año. 
Muchas regiones del Amazonas tienen una vegetación tan alta y espesa que si te encontraras allí y comenzase a llover, tienes aproximadamente unos 10 minutos para buscar refugio o un paraguas pues la primera gota tardaría ese tiempo en llegar hasta el suelo.

El Amazonas es inmenso y majestuoso, vivo y repleto de diversidad: fundamental para la vida en la Tierra. 
 Es el hogar de las pirañas, y, además, también guarda reptiles como caimanes de toda clase y anacondas, las cuales se esconden en aguas poco profundas y pantanosas para capturar grandes presas que llegan a hidratarse, incluyendo humanos.


El Amazonas alberga también unas 3000 especies de frutas, todas comestibles. Te contaba que ésta era la verdadera farmacia del mundo, pues bien, es además la frutería o verdulería más grande que puedas imaginar y al menos el 80% de la dieta del mundo desarrollado se originó aquí.
 En la abundancia del Amazonas viven muchas personas. Se estima que para el 1500 habían entre 6 y 9 millones de nativos amazónicos viviendo en la selva, actualmente, la cifra ha descendido a apenas 250.000, dispersos en diferentes tribus con más de 170 lenguas diferentes. 
Los humanos han devastado el Amazonas a lo largo de los años. Desde el exterminio de los nativos amazónicos a la caza indiscriminada que terminó con miles de especies animales, la deforestación y la expansión que acabó con muchas formas de vida vegetal y la búsqueda de recursos para la industria que ha violado este santuario del planeta. 


Sin las precauciones adecuadas, cualquiera de nosotros no sobreviviría más de unos minutos en la selva del Amazonas, el hogar de las anacondas y muchísimas serpientes venenosas, jaguares, pumas, pirañas, la hormiga bala, la tarántula Goliath (esta te mataría del susto), la araña del bananero y otras tantas mortales, las ranas dardo, anguilas eléctricas, caimanes, jabalíes y hasta mosquitos que transmiten toda clase de enfermedades.


Lo más interesante es que muchas aún no se han descubierto, aunque sobra evidencia de que al menos existen 50 tribus que nunca han tenido contacto con la civilización.
Entre las 3000 frutas mencionadas, el Amazonas le regaló al mundo las bananas, aguacates, limones, tomates, pomelos, naranjas, higos, guayabas y muchísimas más.
 La verdadera farmacia del mundo es la selva del Amazonas, de donde nace alrededor del 25% de todos los medicamentos que existen.

 El 20% de todas las especies de aves que existen en el mundo están aquí y ello significa que 1 de cada 5 aves del mundo son del Amazonas. Muchas de estas, cerca de 2000 diferentes, son especies por demás exóticas. Una sola reserva peruana tiene, por ejemplo, más especies de aves que todo Estados Unidos.

La selva amazónica provee el 20% del total de oxígeno en la Tierra. Por esta razón se la suele llamar “El pulmón del planeta”.
A nuestros días, 20% del Amazonas fue destruído por el ser humano.

Los científicos creen que la situación respecto al estado de conservación de la biodiversidad y la extinción de las especies que habitan el Amazonas empeorará en los próximos años. Las numerosas especies que tristemente se han extinguido allí, sólo serían la punta de un gran iceberg. Los nefastos efectos bien conocidos de la pérdida del hábitat tienen resultados tardíos que se manifiestan a largo plazo y siguiendo la cadena de la naturaleza, muchísimas otras especies irán sucumbiendo sucesivamente conforme continúe la amenaza humana en el Amazonas.
En este río existen más de 3000 especies de peces de las que se tiene conocimiento y el número crece en forma constante.
 La deforestación en el Amazonas ha provocado la extinción de muchas especies vegetales y lo sigue haciendo, disminuyendo las posibilidades de que los científicos descubran nuevas drogas que quizá puedan ser útiles para el tratamiento de muchas enfermedades.
Si la deforestación no se detiene, el Amazonas podría colapsar en menos de 50 años. Toda esta majestuosa obra de arte de la naturaleza, toda esta fuente de vida y conocimiento tan vital para nuestra especie, podría desaparecer en menos de lo que imaginas y afectaría directamente a las próximas generaciones en forma inmediata. No en un futuro lejano: a ti, tus hijos y los hijos de tus hijos.