sábado, 12 de septiembre de 2015

Padres




El niño vivía con su padre en un valle en la base de un gran dique.

Todos los días el padre iba a trabajar a la montaña detrás de su casa y retornaba a casa con una carretilla llena de tierra.

«Pon la tierra en los sacos, hijo», decía el padre. «Y amontónalos frente a la casa».

Si bien el niño obedecía, también se quejaba.

Estaba cansado de la tierra.

Estaba cansado de las bolsas.

¿Por qué su padre no le daba lo que otros padres dan a sus hijos? Ellos tenían juguetes y juegos; él tenía tierra.

Cuando veía lo que los otros tenían, enloquecía. «Esto no es justo», se decía.

Y cuando veía a su padre, le reclamaba: «Ellos tienen diversión. Yo tengo tierra».

El padre sonreía y con sus brazos sobre los hombros del niño le decía: «Confía en mí, hijo. Estoy haciendo lo que más conviene».

Pero para el niño era duro confiar.

Cada día el padre traía la carga.

Cada día el niño llenaba las bolsas. «Amontónalas lo más alto que puedas», le decía el padre mientras iba por más.

Y luego el niño llenaba las bolsas y las apilaba. Tan alto que ya no podía mirar por encima de ellas.

«Trabaja duro, hijo», le dijo el padre un día, «el tiempo se nos acaba». Mientras hablaba, el padre miró al cielo oscurecido.

El niño comenzó a mirar fijamente las nubes y se volvió para preguntarle al padre lo que significaban, pero al hacerlo sonó un trueno y el cielo se abrió.

La lluvia cayó tan fuerte que escasamente podía ver a su padre a través del agua. «¡Sigue amontonando, hijo!» Y mientras lo hacía, el niño escuchó un fuerte estruendo.

El agua del río irrumpió a través del dique hacia la pequeña villa.

En un momento la corriente barrió con todo en su camino, pero el dique de tierra dio al niño y al padre el tiempo que necesitaban. «Apúrate, hijo. Sígueme».

Corrieron hacia la montaña detrás de su casa y entraron a un túnel.

En cuestión de momentos salieron al otro lado, huyeron a lo alto de la colina y llegaron a una nueva casita.

«Aquí estaremos a salvo», dijo el padre al niño.



Mi papá y yo

NUESTROS PADRES VEN MÁS ALLÁ DE LO QUE NOSOTROS LOS HIJOS PODEMOS VER..COMO NOS DICE ESTÁ REFLEXIÓN, EL PADRE DE ESTE NIÑO LE DIÓ LO QUE NECESITABA...SEGURIDAD... SÓLO QUE NOSOTROS QUEREMOS DIVERSIÓN PERO HAY COSAS MÁS IMPORTANTES Y QUE NOSOTROS NO ENTENDEMOS..SON DETALLES DE AMOR QUE A VECES NOSOTROS NO VEMOS..ELLOS SON NUESTROS MEJORES AMIGOS, NO HAY QUE CRITICARLOS NI CUESTIONAR LO QUE NOS DICEN..ELLOS TIENEN LA RAZÓN PARA SER COMO SON...CREE EN ELLOS..NOSOTROS SOMOS SUS SUCESORES Y ESPEJO DE ELLOS, SU REFLEJO DE SUS ACCIONES..HAY QUE RECORDAR QUE CON LO QUE ALIMENTEMOS NUESTRA MENTE EN ESO SE CONVERTIRÁ NUESTRA VIDA.














MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SUS LINDAS VISITAS, YA FIN DE SEMANA, QUE LO DISFRUTEN AL MÁXIMO Y A RECARGAR PILAS PARA UNA NUEVA SEMANA, QUE SEA DE MUCHO ÉXITO EN TODO LO QUE EMPRENDAN, LES DEJO MI SALUDO, MI CARIÑO Y DE NUEVO HUMILDEMENTE GRACIAS, SU AMIGA________KIMERA.

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