viernes, 7 de agosto de 2015

Nunca pierdas la humildad.



Cierta vez un hombre visitó a su consejero y le relató su problema.

- Soy un sastre. Con los años gané una excelente reputación por mi experiencia y alta calidad de mi trabajo. Todos los nobles de los alrededores me encargan sus trajes y los vestidos de sus esposas. 

Hace unos meses, recibí el encargo más importante de mi vida. 

El príncipe en persona escuchó de mí y me solicitó que le cosiera un ropaje con la seda más fina que es posible conseguir en el país.

 Puse los mejores materiales e hice mi mejor esfuerzo. Quería demostrar mi arte, y que este trabajo me abriera las puertas a una vida de éxito y opulencia.

Pero cuando le presenté la prenda terminada, comenzó a gritar e insultarme:

- ¿Esto es lo mejor que puedes hacer? ¡Es una atrocidad! ¿Quién te enseñó a coser?

Me ordenó que me retirara y arrojó el traje tras de mí. ¡Estoy arruinado!.

Todo mi capital estaba invertido en esa vestimenta, y peor aún, mi reputación ha sido totalmente destruida. ¡Nadie volverá a encargarme una prenda luego de esto! ¡No entiendo qué sucedió, fue el mejor trabajo que hice en años!”

Vuelve a tu negocio, dijo el sabio, descose cada una de las puntadas de la prenda y coserás exactamente como lo habías hecho antes. Luego llévala al príncipe.

¡Pero obtendré el mismo atuendo que tengo ahora!, protestó el sastre.”Además mi estado de ánimo no es el de siempre”.

Haz lo que te indico y Dios te ayudará, dijo el hombre.

Dos semanas después, el sastre retornó.- ¡Usted ha salvado mi vida! Cuando le presenté nuevamente el ropaje, el rostro del noble se iluminó: ¡Hermoso!, exclamó.

 ¡Este es el más hermoso y delicado traje que haya visto!.

Me pagó generosamente y prometió entregarme más trabajo y recomendarme a sus amigos.Pero, deseo saber ¿cuál era la diferencia entre la primer prenda y la segunda?

El primer traje, explicó, “fue cosido con arrogancia y orgullo. El resultado fue una vestimenta espiritualmente repulsiva que, aunque técnicamente perfecta, carecía de gracia y belleza. Sin embargo, la segunda costura fue hecha con humildad y el corazón quebrado, transmitiendo una belleza esencial que provocaba admiración en cada uno que la veía”.



LA HUMILDAD ES UNA VIRTUD O CUALIDAD,  QUE VAMOS DESARROLLANDO CON NUESTRAS PROPIAS LIMITACIONES O DEBILIDADES, UNA PERSONA HUMILDE NO TIENE COMPLEJOS DE SUPERIORIDAD NI HABLA DE SUS ÉXITOS COMO,  ESTE SASTRE QUE  DIJO: - “Soy un sastre. Con los años gané una excelente reputación por mi experiencia y alta calidad de mi trabajo. Y AQUÍ APLICA QUE NI EL CONOCIMIENTO NI LA TÉCNICA SIRVEN DE NADA, SIN CUALIDADES PERSONALES, NO HAY QUE PERDER EL SUELO POR DONDE PISAMOS QUE LA CAÍDA ENTRE MÁS ALTA SEA, MÁS DOLOROSA SERÁ jeje....HUMILDEMENTE GRACIAS POR SUS LINDAS VISITAS, QUE DISFRUTEN DE UN MARAVILLOSO FIN DE SEMANA, CON CARIÑO, SU SIEMPRE AMIGA________KIMERA.





Familia que llego de lejos muy lejos jeje


                                      Mis respetos para el Presidente de Uruguay





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