Una princesa enamorada

El apuesto príncipe amaba profundamente a la princesa del reino cercano.


Los reyes, sus padres, no querían que ellos cruzaran ni tan siquiera sus miradas.


La hermosa joven suspiraba y vertía lágrimas de amor noche y día junto a la ventana de su habitación, donde se hallaba cautiva.


Ambos decidieron encontrarse en el bosque…ese bosque encantado, donde todo era mágico.


Llegó el enamorado caballero y al ir sus pasos avanzando internándose en el lugar, sus pies se iban inmovilizando, poco a poco se transformaban en profundas raíces…sus brazos prolongaciones en frondosas ramas, se tornó el más bello árbol que allí existiera.


Entre el gorjeo de pájaros y el canto de dulces hadas acompañadas por algunos duendecillos, se escuchaba el murmullo de la voz del príncipe llamando a su amada.


Al oír ella su nombre se apresuró para llegar a su encuentro, de pronto su esbelta silueta iba convirtiéndose hasta tomar la forma de una hermosa enredadera.


Con dificultad se deslizó hasta llegar a él rodeándolo con un fuerte abrazo y un beso eterno vivieron así para siempre, el árbol y la enredadera reinando en su mudo mágico disfrutando del amor que les habían prohibido.