viernes, 17 de octubre de 2014

¿A quién han beneficiado las pandemias a lo largo de la historia?

Antes que nada quiero hacer mención, que no estoy en contra de ningún país, todo esto que he leído, investigado, escuchado por cuenta propia es poco, solo comparto mis dudas, no acuso a ningún país muchos menos estoy en contra de un país en específico, porque un país no es solo un puñado de personas que se quieren hacer ricas, famosas a costas del dolor ajeno.....Un país es mucho más, y como se dice que estamos en un país benditamente libres de expresión, pues me atrevo a exponer mis dudas, pensamientos y mis sentimientos. Podría dar links de algunas fuentes pero igual no quiero perjudicar a nadie con eso de que somos vigilados, universalmente.


El virus recibió su nombre debido al lugar donde fue descubierto por primera vez. El río Ébola se encuentra muy cerca de la localidad de Yambuku, en la República Democrática del Congo, donde fue registrado el primer caso de contagio de esta enfermedad. 



En un artículo del ‘Daily Observer’ de Liberia, se acusa directamente al Departamento de Defensa estadounidense y a sus investigadores de crear una guerra biológica, que sería la responsable del actual brote. Se dice que el brote de ébola no es más que una manipulación creada con la intención de realizar un vasto negocio a través de la vacunación. Aunque en este caso, la narrativa es muchísimo más compleja y los objetivos parecen ser mucho más ambiciosos y oscuros.  Acaso se estará planeando un escenario de vacunación en países enteros con vacunas experimentadas, creadas por gigantes farmacéuticos, ¿Seremos sometidos a las campañas manipuladas?. Porque claro que después de estás epidemias el gobierno debe de luchar por encontrar la cura, deben de desplegar programas de vacunación, para países enteros, con el fin de poder controlarla y casualmente en una noticia de CNN en Español titulada El Ébola impulsa a farmacéutica en la Bolsa, donde decía que las acciones de una compañía con base en Vancouver trabajaba en una medicina para frenar la enfermedad y que habían subido un 40% las acciones, wuaoo como la levadura crece y crecerá,  pues se está esperando que se apruebe un medicamento conocido como TKM-Ebola, el cientifico estadounidense que supuestamente inventó la vacuna contra el Ébola en el Fort Detrick,


Todo esto me hace recordar lo que sucedió años atrás aquí mismo en mi país, con lo de la influenza, soy enfermera y casualmente nunca tuvimos un caso de influenza, siempre se decía que muerieron tantos, en tal hospital, mmm pero que raro, porque igual habemos enfermer@s que trabajamos en dos hospitales  e igual nunca vimos un caso personalmente en el nosocomío que mencionaban, pero si escuchamos que hubo decesos y los únicos decesos que vimos fueron por problemas de neumonía, todos con esos casos fueron por problemas broncopulmonares más no por influenza como se especulaba, jeje lo bueno que ahora casualmente contamos con esa vacuna que nos la debemos de aplicar cada año, para evitar las gripas y enfermedades respiratorias, además están de la gripa aviar y gripe porcina que tras expandirse por distintos países del mundo, apareció la farmacéutica estadounidense Gilead Science promocionando un tratamiento llamado Tamiflu. En el 2005, se aprobó un presupuesto 1200 millones de dólares, para elaborar 20 millones de dosís de Tamiflu, medicamentos autorizados por la Organización Mundial de la Salud, para tratar dichas gripas.


Ahora hay grandes empresas farmacéuticas que dicen tener la cura y sólo con ese anuncio ya han logrado incrementar sus acciones en la bolsa, y es cuando me pregunto, ¿ Quién se beneficia con las enfermedades? Me hace pensar que la historia nos demuestra que esto viene de años atrás, pondré algunos de ellos:


En el año 2011, el ex presidente de Guatemala, Álvaro Colom, denunció que Estados Unidos inoculó enfermedades venéreas en 696 guatemaltecos durante 1946 y 1948. Ante semejante escándalo, lo único que dijo Estados Unidos fue "discúlpenos". Pero Guatemala no fue el único país víctima de estas aberraciones científicas de EE.UU., es larga la lista de crímenes de lesa humanidad que ha cometido ese país en su guerra biológica.

En 1931, Cornelius Rhoads patrocinado por el Instituto Rockefeler y quien formó parte de la Comisión de Energía Atómica de EE.UU., infectó a cientos de ciudadanos puertorriqueños con células cancerígenas mientras realizaba experimentos médicos.

En 1951, Estados Unidos utilizó plumas de aves infectadas con Ántrax para provocar peste en Corea del Norte y luego inocular fiebre amarilla en ese país.

En 1962, EE.UU. contaminó un barco de caña de azúcar que hizo escala en puerto rico rumbo a la Union Sovietica.

En 1966, el Pentágono hizo quebrar varias ampollas de Bacillus subtilis en las rejas de ventilación del metro de Nueva York exponiendo a más de 1 millón de personas a esta bacteria.

En 1970, el Fort Detrick desarrolló técnicas de biología molecular para producir retrovirus, hoy conocido como VIH.

En la década de los 70, EE.UU. desarrolló la Operación Mangosta. La CIA inoculó en Cuba distintos virus como Epifitia Roya de la caña para afectar distintas zonas cañeras del país, fiebre porcina africana, que obligó a sacrificar a más de 700 cerdos y el moho azul del tabaco que destruyó mas del 85% de esas plantaciones.

En 1981, en Cuba, introdujeron el virus del Dengue Hemorrágico que le costó la vida a 158 cubanos, de ellos 61 niños.

En 1990 en Los Ángeles aplicaron de manera experimental la vacuna del sarampión en bebes negros e hispanos.

En 1995, el Gobierno de EE.UU. admitió que le ofreció a criminales de guerra y científicos japoneses cuantiosas sumas de dinero e inmunidad a cambio de información sobre las investigaciones que realizaban sobre la guerra biológica.

Una semana después del ataque a las Torres Gemelas, Estados Unidos sufrió un extraño ataque con Ántrax. En junio de 2008, Bruce Irvins, científico del Ejército estadounidense se suicidó antes de ser acusado por estos atentados. Pero Irvins no es el único científico que pierde la vida en extrañas circunstancias.




Todo esto viene de la gran escuela que tuvo, durante la segunda guerra mundial y uno de esos fundadores fue Hitler. Se dice que estados unidos se llevó a unos 700 científicos nazis para extraer de ellos todos sus secretos en armas químicas. Eric Troub era responsable de la sección de armamento biológico del Tercer Reich, era experto en enfermedades víricas y llego a los estados unidos en el año de 1949 y desde ese entonces se le integro a la Marina de los Estados Unidos, se dedicó a investigar las 40 cepas más virulentas del mundo, además brindaba asesoría a miembros de la CIA y a los llamados bioguerreros del Fort Detrick, se denuncia que se inocularon virus como el VIH, Ébola, Peste bubónica, Antrax y Virus del Nilo Occidental. Sorpresivamente se le cambió el nombre a las instalaciones Frederick para la investigación del Cáncer, que es supervisado por Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Interna, CIA e Instituto Nacional del Cáncer.



En este momento tengo un mar de ideas, más información tristemente aunque investigue o sepa más y más el Ébola existe, como todas las enfermedades, las personas mueren por deshidratación o hemorragias, pero el tratamiento consiste entonces sencillamente en hidratar o en someter al paciente a transfusiones, no en darle una vacuna ni un hipotético medicamento. No hay que creer lo que pretende la industria farmacéutica, a la que le encantaría poder vender a los gobiernos unos polvitos mágicos como hicieron con el Tamiflu cuando se produjo la alarma por gripe AH1N1. La solución contra la epidemia consiste en respetar medidas sencillas y de sentido común: higiene, nutrición adecuada, vitamina C y vitamina D. “La verdadera prioridad debería ser crear infraestructuras médicas en los países afectados para suministrar a los enfermos el apoyo médico básico como la hidratación y la transfusión sanguínea. Esto surtiría mucho mayor efecto sobre la salud que la distribución aleatoria de medicamentos experimentales” Por otro lado, el virus del Ébola no se transmite en absoluto con tanta facilidad. Se necesita un contacto directo con un líquido biológico como la sangre, las heces o los vómitos u otros líquidos corporales de animales o personas infectadas, tal como reconoce la OMS. No hay forma de que se transmita por vía aérea. Es decir, aunque alguien hable o tosa, no expandirá el virus del Ébola por el aire. Dicho de otro modo, el virus del Ébola es comparable al sida por su medio de propagación.









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